L a V de 10 a 20h
La ortodoncia es un tratamiento corrector del desarrollo de dientes y maxilares en niños, y de desviaciones en dientes o muelas tanto en niños como adultos. También es el nombre de una especialidad de la Odontología.
En lenguaje coloquial, la gente se refiere al tratamiento correctivo cuando habla de ortodoncia, y puede tener fines funcionales, como una mejora de la masticación, o puramente estéticos.
La ortodoncia es la especialidad odontológica dedicada a la prevención y corrección de alteraciones que afectan al desarrollo, las formas de las arcadas dentarias o los problemas de alineamiento en una o más piezas dentales. Busca restablecer el equilibrio morfológico y funcionar de la boca y la dentadura frente a alteraciones, aunque también se puede utilizar para mejor la apariencia de la sonrisa o, en algunos casos, la estética facial.
La ortodoncia persigue la correcta colocación de las piezas dentales para asegurar la normalización oclusal y la correcta masticación, aunque permite eliminar pequeños defectos estéticos como un diastema o un sobrediente. También permite recuperar la forma del arco dentario cuando se detectan alteraciones en su desarrollo en la etapa infantil.
Tanto niños como adultos se pueden beneficiar de los tratamientos de ortodoncia. En el caso de los niños, dependiendo del problema a corregir, el tratamiento puede comenzar en torno a los 5 años o esperar hasta que hayan emergido los dientes y molares definitivos. Cuando nos consultan adultos, suelen hacerlo por cuestiones estéticas o porque han sufrido una dislocación en algunos dientes (por ejemplo, por la pérdida de una muela) y repercute en su mordida, causando a veces serios problemas en la articulación temporomandibular (ATM).
Si eres adulto y durante tu infancia no necesitaste un tratamiento de ortodoncia, puedes sorprenderte si la cosa cambia. La pérdida de piezas dentales que no se reemplazan con perno o corona y la emergencia de las famosas muelas del juicio son las causas más habituales de desviaciones en la mordida en la edad adulta.
También puedes desear utilizar una ortodoncia invisible para lucir una sonrisa más bonita, pero, volviendo a los casos de necesidad, ¿cómo sé si yo necesito una ortodoncia?
Existen cada vez más variedades en los tratamientos de ortodoncia y solemos englobarlos en una serie de tipos. Los tratamientos de un mismo tipo comparten características en su funcionamiento, en el compromiso necesario por parte del paciente y en hasta qué punto pueden corregir algunas malformaciones no tratadas a su debido tiempo.
Invisalign es el nombre comercial de los alineadores dentales transparentes. También se la conoce como ortodoncia invisible, y es la opción más popular entre adultos que no desean llevar una ortodoncia fija o que trabajan de cara al público.
El tratamiento funciona porque debes llevar colocados unos moldes transparentes, hechos a tu medida, que iremos modificando cada pocas semanas. Puedes prescindir del uso de estos alineadores para un evento concreto, aunque te avisamos que si optas por el Invisalign debes ser una persona constante.
A cambio de tu perseverancia llevando los alineadores y limpiándolos cuidadosamente, puedes evitar las llagas causadas por ortodoncias con brackets en algunos pacientes.
La técnica Invisalign de ortodoncia se emplea solo en adultos y, pese a dar buenos resultados, puede necesitar de un complemento con otro tratamiento cuando la mordida se encuentra muy alterada.
Es el tratamiento de ortodoncia que primero se nos viene a la mente porque son los más utilizados en niños y adolescentes. Se trata de una ortodoncia fija en la que un alambre guía una serie de brackets, de metal o de otros materiales, que presionan cada diente en la dirección correcta para lograr poco a poco su colocación.
Es un tratamiento más barato y no requiere de mucho compromiso por parte del paciente, salvo esmerarse con la higiene dental y del aparato de ortodoncia en sí.
Su inconveniente, para algunos pacientes, es que se ven en cuanto hablamos o sonreímos, aunque ya puedes utilizar brackets de color blanco.
La eficacia de los brackets metálicos con respecto a la de otros materiales, como zafiro o cerámica, es ligeramente superior, aunque no tanto como para no permitir elegir el que más te guste (podrías tardar un poco más en terminar tu tratamiento, nada más).
La ortodoncia lingual también emplea brackets, aunque estos se colocan en la cara interna de los dientes, de modo que no se aprecian al sonreír. Se trata de un tratamiento caro porque cada bracket debe hacerse a medida del diente.
Los niños pueden necesitar ortodoncias similares a las de adolescentes y adultos o tratamientos de ortopedia dental. En este último caso, además de corregir la posición u orientación de los dientes, buscamos resolver un problema en el desarrollo del maxilar o del paladar.
En la ortopedia dentofacial, el ortodoncista evalúa el crecimiento del cráneo del niño y la posición anteroposterior y transversal de los dientes y maxilares, porque una detección precoz de malformaciones evitará problemas funcionales o esqueléticos cuando los huesos ya hayan concluido su desarrollo: asimetrías faciales o mordidas defectuosas, que interfieren en la masticación o en la correcta dicción.
En resumen, una ortodoncia es un tratamiento corrector o estético que se puede aplicar durante la infancia o adolescencia, en algunos casos con un fin ortopédico adicional, o bien en la edad adulta.
Bien aplicada durante el periodo de crecimiento, evita muchos problemas difíciles de corregir una vez concluido el desarrollo. Así, la mayoría de los adultos que precisan de una ortodoncia no tienen problemas muy graves y pueden elegir entre los diferentes tipos, incluyendo el más popular: los alineadores invisibles.