Tratamiento de

Endodoncia

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La endodoncia fue durante varios años la única alternativa para salvar un diente o una muela cuando estaba seriamente dañado o dolía. Todavía hay quien se refiere a este proceso como matar el nervio o quitar el nervio de una muela, aunque es mucho más que eso.

A pesar del avance en implantología, la endodoncia sigue siendo la opción preferida en el caso de piezas que se pueden llegar a conservar durante años. En ocasiones, se aplica en dientes sanos, para quitar el dolor producido por una sensibilidad dental acusada.

La endodoncia es un tratamiento para salvar dientes gravemente dañados por un traumatismo severo o una infección. Se aplica cuando la pulpa del diente se ha visto afectada y aparece el dolor, tanto si hay infección como si no, y consiste en hacer una limpieza de toda la pulpa dental desde el interior, para después sellar y cerrar.

En ocasiones, la pieza que necesita una endodoncia se encuentra tan dañada que no merece la pena una reconstrucción con composite. Entonces se procede a colocar una corona, que irá fijada con un perno metálico dentro de una de las raíces.

Cuando te duele una pieza cariada o hay un absceso de pus, lo habitual es realizar una radiografía para determinar si se puede salvar o no. Conservar tus piezas dentales, incluso si hace falta recurrir a coronas, evita que se muevan piezas contiguas y permite mantener la salud del resto de la boca con más facilidad.

Al retirar los nervios y el tejido conectivo del interior de una pieza suprimimos la sensación de dolor. Por eso, como hemos avanzado, a veces se realizan endodoncias en piezas sanas que ocasionan molestias importantes por sensibilidad dental.

Una vez hemos confirmado que tu diente o muela se puede salvar con una endodoncia, comienza un proceso de 4 etapas:

  1. Anestesia local. Para evitar molestias durante el procedimiento.
  2. Limpieza radicular. Suele llevarse a cabo en todas las raíces, no solo en la afectada. Si se trata de un diente o un canino, solo existe una raíz.
  3. Sellado radicular. Este paso debe hacerse con el diente limpio y desinfectado. Si la endodoncia se ha realizado porque se había formado un absceso, es probable que realicemos una cura temporal con un antiséptico y con tratamiento antibiótico y demoremos el sellado unos días.
  4. Colocación de corona o reconstrucción. Cuando se realiza el sellado hemos de tener claro si vas a elegir corona y perno u optar por una reconstrucción, porque en el primer caso iremos colocando un molde a medida en la raíz elegida. Esto retrasa el resultado final unos días, pues hay que encargar el perno primero y, más tarde, la corona. En otro caso, el sellado y la reconstrucción se hacen en una misma sesión.

En general, la vida media de una endodoncia es de 10 años, pero este valor depende más de cómo cuides tu boca y de cuánto hemos tenido que limpiar al hacer la intervención. También es importante que, si se te cae el perno o la corona, acudas a cimentarlo de nuevo antes de una semana, para no correr riesgo de fractura de la parte externa de la raíz, un tejido duro pero fino que sí conservamos.

La técnica de la endodoncia es siempre la misma, aunque hay diferencia en horas de trabajo y coste de materiales dependiendo del número de raíces de la pieza afectada y de si las vaciamos todas, que suele ser lo habitual. Así, hablamos de endodoncia monorradicular, birradicular y multirradicular, en función del número de conductos que se traten.

Cuando se ha terminado la limpieza de las raíces de una pieza con endodoncia, la sensación de dolor desaparece. Por eso a la endodoncia se la conoce coloquialmente como matar el nervio.

Sin embargo, si nos enfrentamos a un absceso de pus o a una encía muy dañada, podrías notar molestias en la encía durante el día de la endodoncia o al siguiente. En estos casos, puedes tomar un analgésico suave que te ayude a sentirte mejor.

Si una muela endodonciada duele, acude a tu dentista de inmediato porque no se trata de la muela. Un dolor localizado donde hay una endodoncia puede ser un dolor reflejo procedente de una pieza contigua o la señal de que hay infección en el hueso. En este último caso, se necesita extraer la pieza endodonciada, para después colocar un puente o un implante dental.

 

La endodoncia es un procedimiento odontológico delicado, capaz de salvar piezas con infección, fracturas importantes o sensibilidad. Se realiza con anestesia local para evitar molestias, aunque no se trata de una cirugía. Las piezas endodonciadas dejan de doler porque eliminamos el nervio, de ahí que realicemos endodoncias a algunos pacientes a quienes les cuesta convivir con sensibilidad dental acusada en alguna pieza concreta.